Que tentación! Las ferreterías y establecimientos especializados en utensilios de cocina tienen un gancho especial. Aun las personas más reacias a meterse entre pucheros caen ante el sugerente escaparate lleno de formas y colores. Pucheros, cazuelas, moldes, sartenes, que piden que los compres.
Primero, lo indispensable
No está mal, desde luego, adquirir poco a poco todas esas piezas, que te ayudarán a trabajar con mayor comodidad rapidez, pero ¿de que serviría una estupenda máquina si luego falta una cazuela buena para cocinar? Sería lo mismo que empezar la casa por el tejado. Lo mejor es atender a las técnicas más utilizadas en la cocina: freír, cocer, asar y guisar. Tampoco debes olvidar el número de personas que comen en tu casa; de ese modo evitarás la adquisición de recientes demasiado grandes o, por el contrario, diminutos. En cualquier caso siempre hay que contar con una serie de piezas de mayor capacidad, adecuadas para ocasiones especiales en las que se reune un mayor número de personas. Lo mejor será establecer una relación de utensilios capaz de cubrir las necesidades más comunes.
Para freír: sartenes
Aquí te interesa contar como mínimo de tres piezas. La primera, grande y honda, es perfecta para patatas y fritos en abundante aceite, como croquetas, empanadillas, emparedados, etc. La mediana te será utilísima para cuajar tortillas españolas, freír filetes piezas de pescado. En cuanto a la pequeña, es imprescindible para freír huevos, cuajar crepes y tortitas y hacer tortillas francesas. Las sartenes deben estar hechas con materiales de calidad. Sea cual sea el que elijas, exige que tenga fondo grueso. Las anti-adherentes te serán muy útiles siempre que quieras freír con muy poca grasa.
Para guisar y asar: cazuelas
Pueden ser de aluminio, acero inoxidable, esmalte, hierro, cobre o materiales refractarios. En cuanto a la forma, las encontrarás ovaladas o redondas. Las segundas son las más comunes; sin embargo, te vendrá muy bien contar con una cazuela ovalada, ideal para piezas de carne. Como en el caso de olas sartenes, necesitarás tres piezas, de 14, 19 y 24 cm. Te conviene utilizar cazuelas de fondo grueso y con una tapa que cierre perfectamente.
La cazuela de barro es otro elemento casi casi imprescindible para cuando quieras preparar algunos platos de acento popular: callos a la madrileña, chipirones en su tinta, almejas o mejillones a la marinera.
Para cocer: ollas o pucheros
Te arreglarás perfectamente con tres piezas de 2, 3 y 5 litros. Los pucheros son perfectos para preparar purés, sopas, cocidos y platos de legumbres. Pon mucha atención en la tapa, que debe ajustar a la perfección. No olvides adquirir un hervidor de leche capaz para 3 litros y 2 cazos - uno pequeño y otro mediano - que te serán de gran utilidad cuando quieras preparar salsas y cremas.
Para terminar con los utensilios básicos de cara al fuego, procura contar con una besuguera o pesquera, imprescindible para preparar pescados enteros; y una paellera y una fuente refractaria capaces de entrar en el horno y salir a la mesa.
Los auxiliares
La lista no es demasiado larga, aunque la puedes ir ampliando con un buen número de aparatos a medida que salen al mercado. En primer lugar debes contar con un colador de tela metálica, un escurreverduras, un chino y un tamiz. También necesitas espumaderas, y un cacillo o cucharón. Tampoco debes olvidar el rallador, ni un mortero con su correspondiente mano. Para picar y cortar necesitarás una picadora, una tabla, un machete y un juego de buenos cuchillos. Importante el cuchillo del pan -generalmente de sierra - sólo debes usarlo para el pan. Cuenta también con 2 cucharas y 2 tenedores de madera y unas pinzas, muy útiles para dar vuelta a los fritos. El abrelatas y el sacacorchos no pueden faltar, lo mismo que 2 graseras, una para pescado y otra para carne, donde echar el aceite frito.
¿Para los dulces?
En este apartado, tan del gusto de los golosos, debes hacer provisión de una manga, 2 boquillas, un molde de 18 cm. para bizcochos otro para flanes. Un juego de cortapastas, un rodillo, 6 moldes individuales, un batidor manual o eléctrico y un buen cuenco donde puedas mezclar los elementos. Si usas cuchara de madera, recuerda que este material transmite los sabores. Ten una cuchara para cada cosa.